Ladies at tea (1790-1795) de Thomas Rowlandson.
Yale Centre for British Art.
Siguiendo la estela del post 5 lugares en Barcelona para leer en primavera, añado una lista más (¡cómo me gusta hacer
listas!) de cafeterías donde tomar algo mientras damos rienda a nuestra pasión
lectora. Las seleccionadas se caracterizan por ser sitios tranquilos, donde nos
podemos concentrar y leer en paz, y por podernos ofrecer una carta interesante
(y bien de precio).
Cosmo
C/d’Enric Granados, 3
Un local más grande de lo que parece a simple
vista y que casi siempre está lleno de gente ‘cool’. A pesar de todo, la
acústica es bastante decente y puedes leer a tu rollo sin que nadie te moleste.
También es galería de arte, así que tal vez encuentres alguna exposición
interesante.
¿Qué tomar? Cualquiera de sus maravillosos zumos
naturales o su delicioso Chai Latte.
Buenas Migas
Varias direcciones
Esta cadena de origen italiano me sorprendió para
bien. Creía que había caído en un pseudo Starbucks y no tiene nada que ver. Con
un ‘claim’ que aboga por lo natural, el mobiliario de sus locales está elaborado
en plan rústico y el hilo que musical que ponen es más que agradable. Con un
ambiente bastante cosmopolita, es un buen refugio para tardes lectoras.
¿Qué tomar? Unos riquísimos scons con
mantequilla, un estupendo crumble de manzana y moras o si prefieres algo
salado, su pastel de brócoli y salmón.
Clarés
C/del Bruc, 162
Un rinconcito en el Eixample muy del estilo
Amèlie. No estaba segura si ponerlo en la lista porque me gusta pensar que es
sólo mío… El interior es pequeño y muy cuqui, pero si no encontramos sitio,
siempre nos queda la terraza, muy resguardada y con calefactores en invierno.
En el hilo musical siempre suena jazz o música clásica y la clientela suele ser
asidua y muy tranquila.
¿Qué tomar? Una copa de vino tinto o blanco de la
casa o un té de su selección Sans & Sans.
Caelum
C/ de la Palla, 8
Con cinco o seis mesas nada más, esta pequeña
cafetería, que también es tienda, sirve y vende productos artesanales hechos en
conventos y monasterios de toda España. En pleno Barrio Gótico y rodeados de
turistas se respira una paz inusitada para leer a nuestro ritmo.
¿Qué tomar? Cualquier dulce (cortadillos de
cidra, negritos, bolitas de coco, frutas de mazapán, yemas, nevaditos…), aunque
recomiendo fervientemente el “Bendito Pecado”: magdalena con queso brie o paté.
Para beber, un riquísimo moscatel.
Parisii Bistrot
C/Aribau, 31
A pesar de que se presenta como un bistrot
francés, yo nunca he tenido el placer de usarlo como tal. Un sitio muy
acogedor, con una pared llena de libros (bastante malos, por cierto) y unos
amplios ventanales. Es fácil encontrarse gente trabajando con el ordenador y
leyendo, y/o algunos turistas conversando tranquilamente. Un sitio ideal para
repasar nuestras adquisiciones provenientes de las librerías de segunda mano de
la calle.
¿Qué tomar? El café es más que decente, y en un
futuro no muy lejano tengo pensado lanzarme a pedir un Café Parisii, que lleva
leche, cacao y canela.
Que pena que viva en el otro extremo de la península porque suenan al tipo de cafetería de esas en las que tanto me gusta pasar las tardes... De todos me quedaría con Clarés por eso de que tiene un aire Amelie o con los zumos naturales de Cosmo (aunque desentonaría un poco con esa gente tan cool que lo visita jaja). Los apunto para cuando vuelva a Barcelona! :)
ResponderEliminarEl Clarés no te lo puedes perder si viene por estos lares.
EliminarUn abrazo!