miércoles, 30 de marzo de 2011

Marzo

Libros...

... leídos: Sunset Park de Paul Auster y La Biblioteca de los Libros Perdidos de Alexander Pechmann.

... comenzados: -

... en proceso de lecturaLos miserables de Victor Hugo (me encuentro en plena batalla de Waterloo).

... abandonados: -

De esta escasez tiene la culpa el (maldito) libro de Paul Auster que encima leí en inglés. 






domingo, 27 de marzo de 2011

Aburrimiento

Tiene veinte años y habla como si lo supiera todo, con convicción, con serenidad. Su amigo le replica dulcemente, pero ella le contesta con dureza, sabe que lo que ha dicho es así. Discuten sobre música que me es desconocida, sé que el tema es ese porque oigo las palabras ‘canción’ y ‘samplers’, y hasta ahí llego, y me pregunto, ¿si les nombrara a Jacques Brel sabrían quién es? Snob, me digo. Ella continúa ametrallando a su compañero, asegurándole que tal músico, o artista, o cantante, no sé, es mejor que tal otro. El chico la escucha, o no, distraído mientras toquetea su iPod. Colgados del cuello, unos auriculares enormes de color verde. Ella mueve mucho las manos, y en el interior de la muñeca descubro, entre espasmo y espasmo, un tatuaje, sin significado aparente para mi, algo escrito ¿en chino, árabe, japonés? Ella continua parloteando ajena al poco caso que le dispensa su acompañante. Me gustan sus ojos verdes, me gusta su cabello corto, muy negro. No me gusta que esté tan delgada, ni que lleve los pantalones rotos. Sólo se detiene para sorber algo de una taza. Creo que es té. Él la mira ahora, y le dice que escuche ‘esto’, y le encasqueta los auriculares, y estos son tan grandes y su cabeza tan pequeña, que parece alguien que vino del futuro tal como creían que sería éste en los años 70. Ella aprieta los labios, son ahora dos finas líneas, y arruga el entrecejo. Se los quita de repente, se los tira a él en el regazo, y le dice que no le gusta. El chico la mira no sé si derrotado o atontado, se vuelve a poner los cascos marcianos alrededor del cuello y se enfrasca otra vez con el aparato de música. Ella mira a su alrededor, aburrida


jueves, 24 de marzo de 2011

El proyecto de Google Books, atascado

Parece que la idea de crear una biblioteca virtual de Google va para largo. Y es que su propuesta, de momento sólo para el mercado de Estados Unidos,  ha chocado contra un juez federal que no ve claro el acuerdo al que llegaron en 2008 el gigante virtual, la Asociación de Editores Americanos y el Sindicato de Autores. Según informaciones publicadas en El País, el magistrado Denny Chin ha devuelto a la mesa de negociaciones el ASA (Amended Settle Agreement) porque “no es justo, adecuado ni razonable”. Según un artículo en el LA Times, escrito por Carolyn Kellogg, al juez le preocupan los libros huérfanos, es decir, esos trabajos de los cuales no está claro quién se beneficia de su venta, y los derechos internacionales en materia de copyright, ambas cuestiones según él que deberían ser gestionadas por el Congreso y no por una empresa, y, claro está, los temas de privacidad. Recomienda, asimismo, una inversión de la estructura del ASA en la que en vez de que los autores pidan salirse del proyecto, sean avisados antes de su inclusión y den su visto bueno. Y es que Chin, entre otros, cree que Google tendría demasiada ventaja sobre sus competidoras, ya podría copiar libros descatalogados sin que los beneficiarios de los derechos de autor vieran un dólar, por ejemplo. Casi toda la resolución del magistrado se puede leer en el artículo de LA Times y, por lo visto, él mismo ha ofrecido varias soluciones: que Google recurra a una institución superior, olvidar el acuerdo y empezar a litigar de nuevo con autores y editores o intentar rehacerlo con los términos que propone.
Las reacciones de Google, recogidas por Associated Press de boca de Hilary Ware, una de las ejecutivas del gigante digital, son de decepción, y la compañía ya está considerando nuevas opciones. Por su parte, los editores y autores son más prudentes y, curiosamente, se alegran de que se revise el texto, que se supone secundaban.

La resolución llegará el 25 de abril.

Para saber sobre el ASA, pinchar aquí.
Para saber sobre las cifras de Google Books (fondo, libros digitalizados hasta el momento, etc.) ver el final del artículo, aquí.
Pinchar aquí, para leer el texto de Associated Press publicado en LA Times (que no el artículo al que se refiere el texto del blog).

martes, 8 de marzo de 2011

La CE investiga un acuerdo entre editoriales para fijar el precio de los libros electrónicos

La Comisión Europea (CE) abrió hace una semana una investigación para comprobar si algunas de las grandes editoriales de la Unión Europea (UE) han acordado los precios de los libros electrónicos, lo que supondría una vulneración de la normativa de competencia, según publican El Mundo y 20 Minutos con información de AFP.
Las editoriales que se conocen que están siendo investigadas son por ahora todas francesas, entre ellas Albin Michel, Flammarion, Gallimard y Hachette. Un artículo al respecto en Lecturalia, elaborado por Raquel Vallés, señala que las editoriales atribuirían dicha denuncia a Amazon en lo que ya parece ser una guerra entre las compañías francesas del sector y la multinacional americana, que se resiste a que le digan a qué precio debe vender los libros. El dedo acusador que ha señalado al portal americano ha sido el de Francis Esmenard, presidente de Albin Michel, en declaraciones a la web francesa 01net.com. Aún no ha habido ningún comunicado oficial por el momento. Hace un mes, las autoridades de la competencia británicas abrieron una investigación por el mismo asunto.

La “loi Lang”
En Francia la ley es clara: cada editor o importador es el único que puede fijar el precio de un libro; los detallistas sólo puede rebajar esa cantidad un 5% (en el caso de las bibliotecas y colegios es diferente). La norma, instaurada en 1981 y llamada “loi Lang” (ley Lang) por el ministro de cultura del momento Jack Lang, no se aplica durante las rebajas o en los libros de ocasión. La polémica se ha mantenido viva desde entonces, ya que esta ordenanza se considera una restricción en la libertad de comercio. Ahora, con las posibilidades de compra y venta en la red, las editoriales señaladas anteriormente habrían decidido presuntamente pactar los precios de los libros electrónicos incurriendo en una vulneración a la normativa de competencia. Aún no hay pruebas al respecto sobre este supuesto cártel, pero en el país galo se ha abierto un debate sobre un cambio en la ley que permitiría a los editores fijar el precio del libro electrónico independientemente de donde se venda.