miércoles, 21 de mayo de 2014

Perlas de… G.K. Chesterton (I)



G. K. Chesterton, by Ernest Herbert Mills, 1909
The National Portrait Gallery 



Llevo unos meses leyendo Cómo escribir relatos policíacos de G.K. Chesterton y voy un poco despacio porque cada capítulo es un pequeño bombón que saborear. En realidad se trata de una compilación de ensayos sobre el género policíaco que escribió el señor Chesterton y que Acantilado ha agrupado en un libro. Cada escrito es un capítulo con principio y fin en los que no sólo da su opinión sobre las novelas de detectives sino también sobre escritores del género (o no), novelas, acontecimientos recientes (en su momento) que están relacionados, etc.
Os he extraído algunas de sus “perlas”; como podréis ver siente cierta predilección por Dickens y Sherlock Holmes, y algo que me sorprende y que no queda plasmado en los extractos que he escogido, es que se considera un escritorzuelo de tres al cuarto. No sé si es falsa humildad o si realmente lo pensaba…
Os dejo la primera parte de estas “perlas” porque da para mucho.


Cómo escribir relatos policíacos (2011)
Traducción de Miguel Temprano García.
Editorial Acantilado.

“Ningún libro es fácil de releer a excepción de los grandes clásicos. Resulta muy misterioso, pero si leemos seis veces un libro de Dickens es porque ya lo conocemos; en cambio, si podemos leer seis veces una novela popular de detectives es porque podemos olvidarla otras seis veces.”

“Los relatos de Kipling proporcionan un inagotable placer intelectual, pero la personalidad que recordamos es la del relato, no la del personaje. Recordamos la trama, pero olvidamos los actores. No conozco otra creación literaria contemporánea, aparte de Sherlock Holmes, en que el personaje haya logrado, por así decirlo, salir del libro igual que un polluelo sale del cascarón. Los personajes de Dickens tenían esta capacidad.”

“Una novela de detectives describe, por lo general, a seis personas vivas que discuten sobre cómo pudo morir alguien. Un libro de filosofía moderno describe por lo general a seis muertos discutiendo cómo es posible que alguien siga con vida.”

“El novelista común desea que sus lectores se centren en el objetivo del libro, mientras que el autor de novelas de detectives en realidad desea que sus lectores no se fijen en dicho objetivo.”

[Sobre El misterio de Edwin Drood] “Dickens está muerto, y muchas escenas espléndidas y sorprendentes aventuras han muerto con él. Incluso aunque demos con la solución correcta, no sabremos que lo es. La historia podría haber sido, y aún así no ha sido.”

[Sobre El misterio de Edwin Drood] “Pues un cuento acabado puede conceder a un hombre la inmortalidad desde el punto de vista literario, pero un cuento sin acabar implica otra mortalidad más esencial y extraña.”

“He ahí el verdadero significado de toda la cháchara sobre criminología científica y penas correctivas: abolir, perpetuándolo, el castigo para esos marginados. Cuando alguien propone eliminar el castigo justo por “vengativo” se refiere a dos cosas muy sencillas: a dejar de castigar a los ricos y a esclavizar a los demás por ser pobres.”

“La manera correcta de contar una historia es hacerlo tal como el prisionero se la contó al policía y no como el policía se la cuenta al tribunal.”

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