lunes, 14 de febrero de 2011

Envidia

Se habla de envidia “sana o buena” como si realmente existiera. La envidia es la envidia, y no existen tipos, sino grados. Esto no es como el colesterol, aunque tampoco tenga cura fácil. Un vecino con el que jugaba en la calle de niña ha inventado un pequeño chisme para mejorar no sé qué función en no sé qué aparatejo (fíjense con que desprecio entono la explicación, con que mala leche escojo los sustantivos). Ese criajo (fíjense, otra vez) tenía tanta materia gris como un berberecho. Era cruel, maleducado y encima muy poco interesante. Un tonto de remate, vamos. Ahora nada en la abundancia, tiene un dúplex de 120 metros cuadrados, varios coches, muy poco a que dedicarse y mucho dinero que gastar. Dicen que el dinero no da la felicidad. Dicen que cada uno acaba teniendo lo que se merece; se habla de justicia divina y de justicia poética. Yo no sé nada de todo eso. Solo sé que la envidia se me come por dentro y que eso no puede ser nada bueno. 

3 comentarios:

  1. Si es que la envidia es muy mala... pero también hay mucho tonto que hace relojes... :P

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  2. Tan solo piensa que si te cambiaras por el serias cruel, maleducada, poco interesante, tonta de remate, criaja y sufrirías graves carencias de substancia gris.

    El duplex, los coches y la pasta los tendrías, eso si... supongo que se trata de unos celos de grado materialista. Si el sujeto fuera una bellísima persona habría más a envidiar pero paradojicamente no lo haríamos tanto porqué no le querríamos ningún mal. Asi pues la envidia debe ir bastante ligada a la rabia que nos despiertan ciertas personas. Cuanto más rabiosos nos sentimos más envidia nos provocan, porqué lo que queremos es que se hundan en la miseria, por idiotas y que destaquen lo mínimo posible! :P

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  3. Es que la clave del éxito no radica en la inteligencia, ni en el esfuerzo y trabajo personal, ni en la simple casualidad, si me apuras. Puede que tenga más que ver con asumir los riesgos adecuados que con otra cosa, aunque tampoco basta sólo con eso. ¡A cuántos les gustaría conocer esa fórmula!

    Saludos.

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